Morelia, Michoacán, 28 de abril de 2025. El conflicto político en Michoacán se intensifica tras los violentos sucesos ocurridos el pasado fin de semana en Apatzingán, donde el senador Raúl Morón y su equipo fueron agredidos durante una asamblea en la que se discutía la elección judicial. En respuesta a las acusaciones vertidas por Morón y otros afines, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla desmintió las versiones que lo vinculan con los hechos y demandó una disculpa pública del senador.
En una conferencia de prensa realizada esta mañana, el mandatario estatal rechazó las acusaciones de que estuviera involucrado en los actos violentos. Bedolla calificó estos señalamientos como “calumnias” y mencionó que las declaraciones fueron basadas en publicaciones de redes sociales en las que Fidel Calderón Torreblanca, uno de los colaboradores cercanos a Morón, sugería que el gobernador tenía vínculos con actividades delictivas.
“Lo que están haciendo es un ataque a mi persona, pero no voy a permitir que sigan atentando contra mi honor y el de mi gobierno. Exijo una disculpa pública de Raúl Morón”, expresó Bedolla, añadiendo que tales acusaciones son incompatibles con los principios y estatutos de Morena, partido al que pertenece desde sus inicios, en cuya redacción él mismo participó.
El altercado ocurrió el pasado sábado 26 de abril, cuando el senador Morón y sus seguidores celebraban una asamblea en el Hotel Villa del Sol, en Apatzingán. Durante el evento, un grupo de morenistas llegó al lugar y arremetió violentamente con sillazos contra los asistentes, incluyendo al propio Morón. Las imágenes del ataque fueron rápidamente compartidas en redes sociales, desatando una ola de especulaciones y acusaciones sobre los responsables detrás de los agresores.
En medio de esta tensión, el diputado local Juan Carlos Barragán acusó al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, de ser el responsable de enviar a los golpeadores al evento. Barragán denunció que Manzo, quien ha expresado en repetidas ocasiones su oposición a que Morón sea candidato a gobernador, estaría involucrado en el envío de los atacantes. Incluso, en entrevistas previas, el alcalde de Uruapan declaró que estaría dispuesto a hacer lo necesario para evitar que Morón compitiera por la gubernatura, utilizando un lenguaje contundente y beligerante.
Este nuevo episodio de violencia y acusaciones políticas pone en evidencia las profundas divisiones dentro de Morena y la lucha por el poder en Michoacán, donde la pugna por la candidatura a la gubernatura parece estar tomando un rumbo cada vez más conflictivo y polarizado.