Ciudad de México, 9 de abril de 2025. – El gobierno federal ya echó mano de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, y según anunció la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, estos recursos serán destinados al ISSSTE para “mejorar los servicios de salud” de trabajadores del Estado, incluyendo al magisterio.
El argumento oficial es que el dinero dejará de beneficiar “a unos cuantos ministros de la Corte” y ahora servirá a una causa social. Sin embargo, el destino real de los recursos genera más dudas que certezas, ya que los fondos pasarán directamente a la Tesorería de la Federación, donde su rastro podría perderse entre la maraña del gasto público.
Esta no es la primera vez que una bolsa etiquetada para salud termina desviada. Basta recordar lo ocurrido durante la pandemia, cuando recursos prometidos para hospitales terminaron financiando proyectos como el Tren Maya.
Además, expertos han señalado que los fideicomisos judiciales representan apenas una fracción del presupuesto del ISSSTE: menos del 2%. Es decir, si el ISSSTE tuviera 100 pesos, este movimiento solo le inyecta 2.
La medida ha encendido las alarmas en el Poder Judicial. El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) denunció que no fue consultado ni informado sobre la disposición de los fondos, y ya analiza acciones legales ante lo que considera una intromisión sin precedentes.
Pese a ello, desde Palacio Nacional se insiste en que todo el proceso es legal, que no se vulneran salarios ni derechos laborales, y que la intención es acabar con los privilegios de las élites judiciales.
Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿será esta una decisión realmente en beneficio de los trabajadores, o solo un nuevo capítulo de control presupuestal sin transparencia?
Por ahora, el gobierno tiene en sus manos otra bolsa millonaria… y el tiempo dirá en qué termina utilizándose.
