Washington, D.C., 20 de enero de 2025.-
En su primer discurso tras regresar a la presidencia, Donald Trump lanzó una serie de declaraciones que impactan directamente en la relación entre Estados Unidos y México, destacando su firme postura en materia de seguridad fronteriza e inmigración.
Trump confirmó que reinstaurará el programa “Quédate en México”, medida que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos en Estados Unidos. Esta política, que en su momento generó tensiones diplomáticas y sobrecargó los servicios en las ciudades fronterizas mexicanas, podría volver a ser un desafío para México.
Asimismo, el mandatario anunció que toda entrada ilegal será detenida y prometió deportaciones masivas, reiterando que “Estados Unidos pondrá primero sus propias leyes y fronteras”. Estas acciones podrían generar un aumento en el flujo de personas retornadas a territorio mexicano.
Trump también afirmó que declarará a los cárteles como organizaciones terroristas, una decisión que podría derivar en operaciones conjuntas entre ambos países, pero también en mayor presión para que México actúe con firmeza en el combate al crimen organizado.
Entre otras medidas polémicas, Trump mencionó su intención de cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”, una declaración simbólica que podría avivar tensiones diplomáticas.
A pesar de su retórica nacionalista, Trump subrayó su intención de restablecer el liderazgo de Estados Unidos como la nación más poderosa del mundo, dejando claro que sus políticas podrían marcar un nuevo capítulo en la compleja relación bilateral con México.
Con estas decisiones, México enfrentará retos inmediatos en materia de migración, seguridad y diplomacia en esta nueva etapa de gobierno de Donald Trump.