15 de enero de 2025 – En su columna de opinión, el ex Consejero del INE, Ciro Murayama, advierte las graves implicaciones del recorte presupuestal al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que obligó a la cancelación de la Encuesta Intercensal 2025. Esta encuesta, que tenía como objetivo conocer los cambios recientes en la dinámica demográfica, social y económica del país, se había convertido en una herramienta crucial para la toma de decisiones tanto a nivel gubernamental como académico, privado y social.
Murayama señala que el recorte de casi el 30% en el presupuesto del INEGI –que solicitó 17.2 mil millones de pesos y recibió solo 12.2 mil millones– afecta gravemente la capacidad del organismo para seguir cumpliendo su misión de proporcionar datos estadísticos esenciales. Esto se suma a la reciente desaparición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL), cuyo mandato ahora se traslada al INEGI.
Las consecuencias son claras. Sin la Encuesta Intercensal, se perderá información vital sobre la estructura y distribución de la población, los efectos demográficos de la pandemia de COVID-19, el cálculo de la pobreza a nivel municipal, y el índice de marginación. Estos datos son fundamentales para asignar recursos, evaluar el avance en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar la justicia social en todo el país.
La cancelación de la encuesta es un paso atrás para México, un país que necesita basar sus decisiones en datos precisos y confiables, no en la arbitrariedad ni en la ignorancia.