Apatzingán, Michoacán. Jueves 9 de enero de 2025. La presidenta municipal de Apatzingán, Fanny Arreola Pichardo, reconoció que varias comunidades del municipio viven bajo el constante asedio de la violencia, sin que haya un registro claro de las personas desplazadas ni una solución contundente por parte de las autoridades competentes.
Comunidades como Los Arquitos, Puentecitos, Las Huertas, Las Bateas y Llano Grande enfrentan enfrentamientos recurrentes que han llevado a decenas de familias a abandonar sus hogares, aunque sea temporalmente. Sin embargo, Arreola Pichardo admitió que no se tienen cifras precisas sobre el número de desplazados, ya que muchas personas solo se ausentan por días y regresan cuando la situación se calma.
La alcaldesa destacó que el Sistema DIF Municipal ha tratado de atender a las familias afectadas, pero el alcance de estas acciones parece insuficiente frente a un problema que crece sin control. “Hemos trabajado para atender de mejor manera a las comunidades que enfrentan esta situación de violencia permanente”, afirmó, al tiempo que reconoció que la mayoría de las solicitudes en el Ayuntamiento están relacionadas con trámites para visas de refugiados en Estados Unidos.
Arreola también señaló que los eventos de violencia, antes concentrados en los límites con Buenavista, ahora se han trasladado a las zonas fronterizas con Parácuaro. Ante esta crisis, la Arquidiócesis de Apatzingán organizará una misa en la comunidad de Las Huertas para pedir por la paz, un esfuerzo simbólico que contrasta con la aparente ausencia de acciones efectivas por parte de las instancias estatales y federales.
