Campeche, 3 de enero de 2025. – En un giro inesperado, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, cerró el año con una controversial decisión: nombró a Jorge Luis Lavalle Maury, exsenador del PAN y señalado por corrupción en el caso Odebrecht, como parte de su gabinete.
Lavalle, quien en su momento fue detenido por presuntos delitos de lavado de dinero y cohecho, se reincorpora a la política bajo el liderazgo de Sansores, quien le otorgó la responsabilidad de liderar el desarrollo económico de la entidad. Esta designación ha generado fuertes críticas, pues va en contra del discurso anticorrupción impulsado por la Cuarta Transformación (4T) y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha reiterado su compromiso de “no traicionar al pueblo”.
El nombramiento de Lavalle, acusado de recibir sobornos durante su tiempo como legislador, ha sido percibido como una contradicción dentro del proyecto de cambio y honestidad pública defendido por la administración federal. Para muchos, este movimiento refleja que, en la política, los principios pueden verse opacados por los intereses de poder.
La decisión ha encendido el debate sobre la coherencia de la 4T y la integración de personajes vinculados con la corrupción en cargos públicos, poniendo en tela de juicio el verdadero compromiso de la gobernadora Sansores con la lucha contra la impunidad.