Morelia, Mich., 5 de diciembre de 2024 –
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta una lenta agonía. La reciente renuncia de Ana Lilia Herrera a la dirigencia estatal del PRI en el Estado de México y la salida de Enrique de la Madrid, exsecretario de Turismo, reflejan un partido en contínua descomposición, con luchas internas y una pérdida acelerada de figuras clave.
La salida de Herrera confirma lo que se ha señalado como el avance del poder centralizado de Alejandro “Alito” Moreno, dirigente nacional del PRI, quien habría tomado control del último bastión significativo del tricolor: el Estado de México. Este movimiento marca la desintegración del histórico grupo Atlacomulco, que alguna vez llevó a Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República.
Por motivos de índole personal, anuncio mi renuncia a la dirigencia del @PRI_EDOMEX, fue un año de retos que asumí con compromiso y congruencia.
— Ana Lilia Herrera (@AnaLiliaHerrera) December 5, 2024
Cierro este ciclo con profunda gratitud.
Por otro lado, Enrique de la Madrid también anunció su renuncia al PRI, argumentando que el partido ya no representa un espacio para fomentar el diálogo constructivo y combatir la polarización en México. En entrevista, señaló que tras una reflexión profunda decidió que su ciclo en el PRI ha terminado. “Si quiero influir de manera positiva, tengo que cambiar de espacio”, declaró.
Después de una amplia reflexión, llegué a la conclusión que mi ciclo en el PRI ha terminado. Creo que un Mucho Mejor México Es Posible, un México próspero, justo, seguro, sustentable y en paz donde todos quepamos y donde todos tengamos oportunidades para ser quienes queramos ser…
— Enrique de la Madrid (@edelamadrid) December 5, 2024
La dirigencia nacional del PRI respondió con dureza, calificando a De la Madrid como “malagradecido” y lamentando su salida en un momento crítico. Sin embargo, las renuncias recientes y los conflictos internos reflejan un escenario agónico en el que el PRI, desfondarse bajo el liderazgo de Alejandro “Alito” Moreno, quien ha sido criticado por consolidar su poder a costa de la propia existencia del partido.