Culiacán, Sinaloa, 24 de septiembre de 2024. – Momentos de tensión se vivieron en la Escuela Primaria Luis Donaldo Colosio Murrieta, ubicada en el sector 4 de marzo en Culiacán, cuando una persecución policial en las cercanías obligó a estudiantes y maestros a resguardarse bajo un protocolo de emergencia.
El incidente ocurrió alrededor de las 9:30 de la mañana, cuando presuntos delincuentes fueron perseguidos por elementos policiacos sobre el bulevar Lola Beltrán, a solo tres calles del plantel. Al enterarse de la situación a través de una alerta en medios de comunicación, la directora del plantel, Rosalva Ramos Loaiza, decidió activar el protocolo de seguridad para balaceras.
Los alumnos fueron resguardados dentro de sus aulas, donde se escondieron bajo las butacas mientras se aguardaba la llegada de las autoridades. A pesar de que la directora llamó al 911 en varias ocasiones, el personal de la policía estatal y municipal arribó al sitio cerca de las 11:45, casi dos horas después de la emergencia.
El retraso en la respuesta generó preocupación y cuestionamientos sobre los tiempos de reacción de las autoridades. “Hasta ayer, yo confiaba en que al llamar al 911 las autoridades responderían de inmediato. Hoy, aunque me siento tranquila por haber actuado, reflexiono sobre la seguridad en nuestra ciudad”, comentó la directora.
Los padres de familia fueron contactados para recoger a sus hijos ante la incertidumbre de la situación, y aunque afortunadamente no hubo heridos, la experiencia dejó en evidencia la vulnerabilidad de los planteles educativos en la capital sinaloense.
Ante el riesgo latente, la directora Ramos Loaiza planea solicitar a las autoridades educativas el regreso a clases virtuales, argumentando que la seguridad de los estudiantes debe ser prioridad en un entorno donde la violencia se ha vuelto cotidiana. La comunidad escolar espera que esta petición sea atendida y se tomen medidas concretas para proteger a los menores y al personal docente en futuros incidentes.
