Ciudad de México.- Morena estrena dirigencia con Luisa Alcalde a la cabeza, consolidando su control sobre la política nacional tras haber conquistado por segunda vez la presidencia de la república y mantener la mayoría en los congresos estatales y federales. La llegada de Alcalde marca un relevo generacional respaldado por los pesos pesados del partido, incluyendo al propio presidente Andrés Manuel López Obrador y a la futura mandataria, Claudia Sheinbaum.
En un giro significativo, Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente y figura clave dentro de la organización, se incorpora a la cúpula como secretario de Organización, prometiendo velar por el legado de su padre y mantener la línea política de Morena. La fórmula se completa con Carlos Ulloa Pérez, quien fungirá como secretario general del partido.
El Congreso Nacional Extraordinario de Morena, celebrado este fin de semana, reunió a los líderes más influyentes del partido, desde gobernadores y senadores hasta diputados y exautoridades estatales, quienes expresaron un respaldo casi unánime a la nueva dirigencia, en contraste con las divisiones internas que marcaron los relevos anteriores.
Con la salida de Luisa Alcalde de la Secretaría de Gobernación, Morena busca rejuvenecer su liderazgo sin perder el vínculo directo con sus fundadores. Esta nueva dirigencia se enfrenta al reto de mantener la cohesión y continuar la expansión del partido en todo el país, bajo la mirada cercana del presidente y su círculo más íntimo.
