Por @TonyMichoacán
Para comenzar a describir el DESASTRES POLITICO que es el PRI a nivel nacional, pero en especifico, en Michoacán, la verdad es que no se ni por donde comenzar… Es una receta que pudiera describir paso a paso de como DESTRUIR a un gran partido.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido, por décadas, uno de los pilares de la política mexicana. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de su caída estrepitosa. Hoy, el PRI es un desastre, y lo que ocurre en Michoacán es el reflejo perfecto de lo que sucede a nivel nacional. La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo llegó a este punto un partido que alguna vez representó a todos los mexicanos?
El origen del desastre no es difícil de rastrear. La llegada de Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”, y antes de él, Enrique Ochoa Reza, a la dirigencia nacional marcó un punto de inflexión (si, antes hubo malos dirigentes, pero nada como estos dos). Ambos se dedicaron a desmantelar los principios y bases sobre los que fue construido el PRI: la inclusión, la justicia social, y el arraigo revolucionario. Lo que alguna vez fue un partido abierto, donde “todos cabían”, se convirtió en una estructura cerrada, manejada desde la cúpula, sin espacio para la disidencia interna ni para la opinión de las bases.
Bajo la administración de Alito, el PRI se ha vuelto un cascarón hueco, donde las decisiones se toman en una oficina en la Ciudad de México, alejadas de la realidad local y sin el más mínimo interés en la opinión de la militancia. Esta falta de democracia interna ha provocado que el PRI pierda a muchos de sus liderazgos naturales y a figuras importantes en varios estados, incluido Michoacán.
La reelección de Alito: la gota que derramó el vaso
Uno de los momentos más críticos para el PRI fue la modificación de sus estatutos para permitir la reelección de Alito como dirigente nacional. Esta acción fue vista por muchos como una traición a los ideales del partido y una maniobra para perpetuar un liderazgo fallido que ya había demostrado ser incapaz de ganar elecciones y de renovar al PRI. La militancia, harta de un dirigente que no escucha, comenzó a desertar. Las renuncias llegaron en cascada, y las pocas figuras que mantenían algo de esperanza en el partido simplemente optaron por retirarse.
En Michoacán, el derrumbe es evidente. Esta semana, vimos cómo importantes liderazgos políticos decidieron abandonar el PRI, en lo que parece ser el último clavo en el ataúd de un partido que alguna vez fue clave en la vida política del estado. La salida de figuras como Daniela De Los Santos y Xóchitl Gabriela Ruiz marca un antes y un después en la historia reciente del PRI michoacano.
Las malas decisiones electorales
Uno de los mayores errores del PRI ha sido su incapacidad para negociar alianzas efectivas y, sobre todo, para elegir a sus candidatos de manera democrática. La dirigencia estatal, encabezada por Guillermo Valencia, cometió el error garrafal de romper la alianza con Alfonso Martínez en Morelia, un proyecto que tenía años construyéndose y que integraba a cientos de priistas. En lugar de aprovechar una oportunidad ganadora, el PRI decidió ir solo y fue aplastado por Morena, que capitalizó su marca en la capital del estado. La derrota fue contundente y dejó al PRI fuera del mapa político en Morelia… no, perdón, le dejó la increible cantidad de…¡una regiduría!
El caso de la senadora Araceli Saucedo es otro ejemplo de las malas decisiones de la dirigencia de Alito Moreno y de Marko Cortés. El PRI y el PAN apoyaron su candidatura, solo para que, una vez en el Senado, Araceli Saucedo decidiera seguir su propia agenda y alinearse con los intereses de Morena y del presidente López Obrador. Este tipo de decisiones demuestran la desconexión entre la dirigencia del PRI y la realidad política del país y de Michoacán. Pues le dieron la candidatura habiendo muchos más perfiles con lealtad probada.
La crisis de liderazgo
Y bueno, aqui pueden decir loque quieran, pero el liderazgo estatal del PRI en Michoacán también ha sido parte del problema. Memo Valencia ha demostrado ser incapaz de mantener la cohesión dentro del partido. La renuncia de su propia secretaria general, Xóchitl Ruiz, fue un golpe letal, y la reacción del dirigente estatal dejó mucho que desear. Su comentario de que “no vio venir” la renuncia de su número dos refleja una desconexión total con lo que ocurre en el interior del PRI.
Lo más preocupante es que, en lugar de escuchar a su militancia y buscar una solución política, la dirigencia ha optado por amenazar con expulsiones y castigos. Alito Moreno y su dirigente estatal acuñaron ese discurso, advirtiendo que aquellos que no apoyaran a sus candidatos impuestos serían expulsados. Esta estrategia autoritaria solo ha generado más descontento y ha llevado a más priistas a abandonar el barco.
Digo, también, Xóchitl se acaba de ganar el repudio de quienes votaron por el PRI, NO por ella, porque ganó gracias a que Memo Valencia la puso en la lista de candidata Plurinominal por la vía de “la diversidad” y al trabajo que en campaña hicieron Daniela De Los Santos, Janitzi Palomo, Marisol Aguilar y aunque poquitos, tambien Jonathan Sanata. Aqui si aplica la frase aquella de “Nadie Sabe para quien trabaja”, pues llega con todo y diputación a un partido que se combatió a los propios candidatos y votantes priistas.
El futuro incierto del PRI
En resumen, el PRI está en crisis, y Michoacán es el escenario perfecto para observar el colapso de un partido que alguna vez fue sinónimo de poder y estabilidad. El desastre actual no es producto de la casualidad, sino de una serie de malas decisiones, liderazgos incompetentes y una desconexión total con las bases. El PRI, que alguna vez fue un partido inclusivo y representativo, hoy es solo un grupo reducido de poder, que se aferra a sus migajas.
Con la salida de figuras clave y el rechazo de la militancia, el PRI enfrenta un futuro incierto. ¿Podrá renovarse y volver a ser relevante en el panorama político? O, ¿estamos viendo el ocaso definitivo de un partido que, durante tanto tiempo, fue el referente de la política en México? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el PRI que conocimos ya no existe.
Y cierro diciendo… Los videos que circulan en redes sociales del dirigente estatal, SI, son muy buenos, pero para un chavo, un joven dedicado a hacer comedia, NO política, porque resulta hasta bochornoso, leer y escuchar las criticas burlonas de morenistas, de PRDistas, de PANistas y hasta vergonzantes de los propios priistas saber que se ha perdido toda seriedad para hacer una política de altura, de respeto y de seriedad que sin duda es lo que mas falta le hace a Michoacán.
PD… que bueno que abrieron otra página de Facebook, porque hasta eso se les perdió
