El 29 de agosto, Culiacán se vio sacudido por una ola de violencia tras enfrentamientos entre el Cártel de Sinaloa y fuerzas federales en la sindicatura de Jesús María, al norte de la ciudad. Los disturbios, que incluyeron narcobloqueos y la quema de vehículos, desataron el pánico entre la población, especialmente después de que circularan rumores sobre la posible captura de Iván Archivaldo Guzmán, uno de los líderes de Los Chapitos.
Sin embargo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) negó que se hubiera detenido a Guzmán. Según los reportes oficiales, los enfrentamientos se desencadenaron cuando elementos de la Sedena fueron atacados por civiles armados en la comunidad de Paredones, extendiéndose a la carretera México 15. Pese a los esfuerzos de las fuerzas federales, no se lograron capturas, y los rumores sobre la detención de Iván Archivaldo fueron desmentidos.
La situación llevó al cierre de comercios y generó temor entre los habitantes de Culiacán, ciudad que ha sido escenario de violencia en el pasado, como el infame “Culiacanazo” de 2019. Las autoridades locales, incluido el gobernador Rubén Rocha Moya, pidieron a la ciudadanía mantener la calma y confiar en la información oficial, mientras continúa el despliegue de seguridad en la región.
Hago un llamado a la población de Culiacán a mantener la calma. La situación que ha trascendido, está siendo atendida y se focaliza fuera de la ciudad. Se recomienda, en cualquier caso, estar atentos a la información oficial y evitar la que se emite de manera extraoficial con el…
— Rubén Rocha Moya (@rochamoya_) August 30, 2024
En medio de la confusión, surgieron versiones no confirmadas sobre el objetivo real de la operación. Algunos informes señalaron que las fuerzas federales intentaban capturar a otros miembros clave del círculo de Los Chapitos, como Jorge Humberto Figueroa, alias “El 27” o “La Perris”. Sin embargo, hasta el momento, la Sedena no ha reportado ninguna detención relacionada con los enfrentamientos.
