Ciudad de México 22/08/2024
La economía mexicana perdió impulso en el segundo trimestre de 2024, registrando un crecimiento de apenas 1% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este aumento menor refleja una clara desaceleración en el ritmo de crecimiento, considerando que en el primer trimestre de este año, la economía había crecido un 1.9% anual.
En términos trimestrales, el Producto Interno Bruto (PIB) apenas avanzó un 0.2% en relación con el primer trimestre de 2024, utilizando cifras desestacionalizadas para asegurar la comparabilidad de los datos. Durante los primeros seis meses del año, el crecimiento fue de 1.4% respecto al mismo periodo de 2023, una cifra inferior a la estimación previa de 1.9%.
Por sectores, el crecimiento fue desigual. El sector servicios e industrial crecieron un 0.1% y 0.3% respectivamente, mientras que el sector agropecuario mostró una contracción del 0.2% en términos trimestrales ajustados por estacionalidad. En comparación anual, los servicios lideraron con un crecimiento de 1.5%, seguido por el sector industrial con un 0.4%, mientras que el agropecuario registró una caída del 2.5%.
El análisis de cifras originales muestra que el PIB creció un 2.1% durante el segundo trimestre del año. Los servicios nuevamente se destacaron con un incremento del 2.5%, seguidos por el sector industrial con un 1.8%, mientras que el agropecuario continuó en declive, cayendo un 2.8%.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, explicó que este comportamiento económico, aunque esperado, es resultado de la “fase contractiva” que sigue a las elecciones del 2 de junio. Según Coutiño, la economía se vio afectada por el fin del gasto electoral, la cancelación de empleos temporales creados durante el proceso electoral y el apagón en la inversión pública en infraestructura, lo que a su vez ha arrastrado a la inversión privada en construcción. Además, se ha iniciado un proceso de despidos en la burocracia con la cercanía del fin del sexenio.
“Es la misma historia de las últimas cuatro décadas”, concluyó Coutiño.
