Ciudad de México, 16 de julio de 2024 – Especialistas en educación han lanzado una advertencia seria: México podría no participar en la evaluación PISA 2025, lo que representaría un significativo retroceso en la evaluación del aprendizaje en el país.
El gobierno de Morena ha manifestado su descontento con la prueba PISA, calificándola de neoliberal y desconectada de la realidad educativa mexicana. En diciembre, tras los pobres resultados de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó la importancia de la prueba.
Hasta la fecha, México debería haber enviado la documentación necesaria y la contribución financiera de aproximadamente 210,000 euros a la OCDE, gestiones que aparentemente no se han realizado. Además, el país no participó en reuniones clave ni ha planificado exámenes piloto para la próxima edición de la prueba.
La posible no participación en PISA se suma a una serie de decisiones que han desmantelado el marco de evaluación educativa en México. Esto incluye la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la eliminación de otras pruebas nacionales y regionales.
Especialistas advierten que esta acción podría aislar educativamente a México y eliminar una herramienta crucial para medir y mejorar la educación. La situación podría ser una pieza más en una serie de políticas públicas que han ido en detrimento del sistema educativo nacional.
La salida de PISA no solo privaría al país de una evaluación internacional comparativa, sino que también podría afectar la capacidad del sistema educativo mexicano para identificar y abordar áreas de mejora. La comunidad educativa y los especialistas en políticas públicas instan al gobierno a reconsiderar su postura y a cumplir con los compromisos necesarios para participar en la prueba PISA 2025, subrayando la importancia de mantener herramientas de evaluación que permitan mejorar la calidad de la educación en México.