- Los intentos superficiales de modernización de Alejandro Morenoa, no abordan los problemas estructurales más profundos que enfrenta el PRI.
- El partido parece desconectado de la realidad política actual y de las necesidades de sus electores.
Morelia, Mich., 3 de julio de 2024 | De cara a lo que será la próxima XXIV Asamblea Nacional del PRI, se perfila como un parteaguas en la vida propia de ese partido, sobre todo por las propuestas de reformas presentadas por el Dirigente Alejandro Moreno Cárdenas, ante los delegados políticos. Sin embargo es justo analizar que…
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta una crisis sin precedentes, caracterizada por una profunda fragmentación interna y una pérdida significativa de apoyo, reflejando una falta de cohesión y unidad en sus filas. Las recientes propuestas de reforma integral del dirigente nacional, Alejandro Moreno, surgidas de asambleas municipales y estatales, han dejado en evidencia la gravedad de la situación.
La decisión de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) de desvincularse del PRI y su respaldo a otros partidos en elecciones recientes, subraya la pérdida de su base tradicional de apoyo. Esta situación no solo muestra el debilitamiento del partido, sino que también apunta a una falta de relevancia en el escenario político actual.
Las reformas propuestas, que incluyen la fusión de instituciones como la Fundación Colosio con el Instituto Reyes Heroles y la desaparición de PRI.mx, parecen ser más reacciones desesperadas ante las derrotas electorales que una estrategia proactiva para revitalizar el partido. Estos intentos superficiales de modernización no abordan los problemas estructurales más profundos que enfrenta el PRI.
La debilidad organizacional del partido es evidente en su incapacidad para coordinar esfuerzos efectivos y ejecutar su agenda política. Lo pero es la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas como dirigente nacional, pues es vista como una perpetuación de los mismos problemas que han contribuido al declive del partido, reflejando una falta de renovación en el liderazgo.
El partido parece desconectado de la realidad política actual y de las necesidades de sus electores, más bien está convertido en una especie de franquicia política de unos cuantos. La insistencia en mantener figuras como “Alito” Moreno alejarán aún más a los votantes, profundizando la crisis.
Pero además, las tensiones internas y la falta de unidad, por ejemplo, en el PRI Mihcoacán, no solo reflejan una crisis organizacional, sino que también podrían llevar al aislamiento político del PRI, reduciendo su capacidad para formar las alianzas y coaliciones necesarias para competir en el actual panorama político estatal y nacional.
En resumen, el PRI se encuentra en una encrucijada, enfrentando una crisis de identidad y relevancia. Las reformas reactivas, la pérdida de apoyo y la falta de innovación en su liderazgo deberían estar enfocadas para que el PRI pudiera luchar por mantenerse a flote en un entorno político cada vez más desafiante, lamentablemente eso no sucederá.
Autor: Tony Michoacán
