Morelia, Michoacán – Durante la reciente sesión extraordinaria del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), se presentó un preocupante informe sobre las quejas recibidas por Violencia Política en Razón de Género (VPRG) en el último proceso electoral. De un total de ocho denuncias, solo una fue validada, según informó la consejera Carol Arellano Rangel.
Bajo Interés en Validar Denuncias: La consejera Arellano Rangel destacó el poco interés en la validación de las denuncias por VPRG. Este desinterés ha desalentado a muchas mujeres a presentar sus quejas, ya que los procesos para acreditar la violencia política son largos y complejos. “Las mujeres no se atreven a denunciar porque lo que existe en nuestra legislación no abarca muchas situaciones que ellas enfrentan en la vida real. Muchas veces, el dicho de la víctima no es suficiente para acreditar la violencia política”, señaló Arellano Rangel.
Problemas con la Legislación: La legislación actual no protege adecuadamente a las mujeres en el ámbito político. Las dificultades para proporcionar pruebas suficientes impiden que muchas denuncias sean reconocidas y validadas. Este vacío legal crea un entorno donde la violencia política de género puede proliferar sin consecuencias.
Tipos de Violencia Política Registrados: Durante la sesión, se identificaron varios tipos de violencia política que enfrentan las mujeres:
- Violencia simbólica
- Obstrucción de candidatura
- Obstrucción al ejercicio del cargo
- Obstaculización en la campaña
- Calumnia en redes sociales
Quejas y Acciones: De las ocho quejas presentadas, solo una fue considerada válida y se remitió a la Secretaría de Seguridad Pública, SEIMUJER, SEGOB, y la Comisión Estatal de Atención a Víctimas. Esta única queja válida pone en evidencia la necesidad de una mayor atención y acción por parte de las autoridades para proteger a las mujeres en la política.
La situación en Michoacán subraya la urgencia de reformar la legislación y los procedimientos para asegurar que las denuncias de violencia política de género sean tratadas con la seriedad y rapidez que merecen. Solo así se podrá garantizar un entorno político más seguro e inclusivo para todas las mujeres.