Autor: Tony Michoacán
A pesar de los trágicos resultados obtenidos por el PRI a nivel nacional y estatal, los responsables del desastre se niegan a realizar una retirada honrosa. La lápida que cargan estos muertos vivientes es del tamaño de la derrota, y los dirigentes nacional y estatal del PRI, se destacan por su papel en esta catástrofe, no solo por el resultado electoral, sino también por el desmantelamiento del partido desde dentro.
Primero, las cosas claras, tras la reciente elección, el PRI está en camino de perder su registro nacional y ya ha comenzado a desaparecer en varias entidades federativas donde no alcanzaron ni siquiera el 3% de la votación nominal. ¡Así de claro!
Los números finales de la elección del pasado 2 de junio desnudan la debacle del PRI debido a múltiples causas como: el alejamiento de los reclamos de la población, pésimos dirigentes nacionales y estatales, la inhibición de procesos democráticos internos y la imposición de una partidocracia que solo ve por sus intereses personales.
En los cinco años de liderazgo del llamado “Alito” Moreno, el PRI ha perdido el 80,3% de su militancia y 11 gubernaturas, incluyendo cinco bastiones. Necesitó del PAN y del PRD para retener Coahuila y recuperar Durango. La presencia del tricolor en la Cámara de Diputados Federal disminuirá de 17.73 a 11.25 por ciento de 2021 a 2024; de 15,8 a 11 por ciento en el Senado, y para la elección presidencial pasó de 13,56 a 9,66 por ciento. Además, ha caído al cuarto o quizás quinto lugar en la preferencia política nacional.
El colapso interno es aún más devastador. Durante la dirigencia de Alito Moreno, se realizaron innumerables modificaciones a los estatutos, adecuándolos para que ningún militante u organismo interno pudiera amenazar su permanencia. Se dedicó a copar todos los órganos del partido, imponiendo a sus alfiles en las dirigencias estatales para evitar cualquier resquicio de desaprobación.
Pero algo casi deshonesto, es la convocatoria que hacen esos mismos dirigentes a una “Asamblea Nacional” que para recoger la opinión de la militancia priísta local… ¿Qué creen que la militancia van a opinar?
La verdad es que hoy, los priistas están desorientados y, lo más grave, no harán nada ante el dedazo de Alito para elegir a su sucesor, lo que dará sepultura a este instituto político.
Porque… ¿Quién en su sano juicio le va a creer a esos dirigentes, artífices de la Tragedia Electoral y las desbandadas de militantes que ahora si, ahora si, van a ser diferentes…? Que mañana el PRI, dejará de ser un circo, y se convertirá en un partido político cercano a la gente…
Porque si hay que decirlo con toda claridad, por ejemplo, en Michoacán, cuando había que hacer propuestas y estar del lado de la ciudadanía, el dirigente salían con videos exhibiendo “caguamas”, mientras todos los ciudadanos y los mismos priistas se preguntaban… ¿Ese es el PRI de Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas del Río o Luis Donaldo Colosio?
En Michoacán, el PRI está en la lona.
Perdió TODAS las candidaturas a diputados locales y federales, y ganó solo un puñado de ayuntamientos. Aun así, con este gran fracaso, ¡se niegan a irse!
Muchos militantes y cuadros respetados en el PRI han alzado la voz ante la tragendia, como es el caso de la diputada local Daniela De Los Santos, quien el pasado viernes, reflexionó sobre su desempeño electoral y ofreció ante los medios de comunicación, una evaluación crítica del PRI.
Destacó que, a pesar del nulo respaldo del PRI estatal en el pasado proceso electoral, su campaña fue una de las más exitosas en términos de votos obtenidos entre los distritos locales del PRI. “Logramos la mayor obtención de voto priista de los 24 distritos locales”, dijo. Y son esos mismo votos, los que ayudaron a que el actual dirigente esté hoy con una curul garantizada en el Congreso del Estado, cuando nadie voto por él.
Con el respaldo de más de 24 mil votos priistas, De Los Santos levantó la voz para rescatar algo de lo que queda de su partido, enfatizando la necesidad de un replanteamiento de fondo. Subrayó que el PRI no logró ganar ninguna diputación local en las elecciones de 2024, en su mayoría por desiciones mal tomadas, indicando la necesidad de una revisión y ajuste en las estrategias del partido. “Si el partido no hace algo, la desbandada será definitiva”, advirtió, refiriendose a los priistas que se han alejado del su propio partido.
Sin embargo, pocas horas después, el dirigente estatal defendió la tragedia electoral priista, escudándose en los estatutos que legalmente lo mantienen en la dirigencia hasta 2026.
Lo que si hay que decir es que, si persiste el cerrazón y la deshonestidad de los dirigentes nacionales y estatal, vendrá una desbandada masiva y definitiva que desfondará de manera definitiva al otrora gran partido Revolucionario Institucional.
Y tengo que decirlo… Quienes asistan a la llamada “Asamblea Nacional”, vistanse de negro, porque puede ser que estén asistiendo al Funeral del PRI… ¡Un Funeral de cuerpo presente!