Los residentes de Tila, Chiapas, llevan cuatro días sumidos en el terror debido a los enfrentamientos y ejecuciones perpetrados por dos grupos del crimen organizado que se disputan el control de la región. Ante la imposibilidad de las autoridades para ingresar a la zona, cientos de familiares se movilizó en la capital del estado, exigiendo una intervención inmediata.
La imagen de desesperación de un niño ondeó una bandera blanca desde la azotea de su casa, solicitando ayuda a un helicóptero que sobrevolaba el área, donde los habitantes se han refugiado en sus hogares, temerosos de las balaceras, se viralizó en Rede Sociales. La situación ha sido comparada con escenarios de conflicto armado en otras partes del mundo, evidenciando la gravedad de la crisis.
Miles de habitantes comenzaron a huir, llevando consigo lo poco que podían. Las filas de vehículos se extendieron, mientras los más pobres aguardaban a ser evacuados por las autoridades. Los residentes temen que lo peor está por venir.
Cinco días después, efectivos de la SEDENA, la Guardia Nacional y policías estatales finalmente lograron llegar a Tila. Sin embargo, el despliegue es insuficiente para la magnitud del problema.
