15 de mayo de 2024
Tony Michoacán
En Morelia, la política es un espectáculo que no deja de sorprendernos, y este proceso electoral no es la excepción. En el centro de la atención tenemos a Carlos Quintana, un candidato que parece haberse convertido en el molesto satélite de la campaña de Alfonso Martínez. Es irónico que, aunque no existe amistad ni compañerismo entre ellos, Quintana se aferra a la figura de Martínez como si de ello dependiera su existencia política. Pues se aparece en los eventos de Martínez Alcázar, aunque se lleven a cabo fuera de su Distrito.
Pero comencemos por el principio, hablemos de Alfonso Martínez Alcázar, un tipo que ha construido una carrera política sólida y, más importante aún, ha trabajado directamente con los ciudadanos de Morelia. Su victoria en 2015 como candidato independiente fue un hito que demostró que su marca personal es más fuerte que cualquier partido político. Este logro no fue un golpe de suerte, sino el resultado de un arduo trabajo y una conexión genuina con los morelianos.
Por otro lado, tenemos a Carlos Quintana, quien hoy intenta ser Diputado local por el Distrito 17 de Morelia, y cuya trayectoria política se ha caracterizado por la inercia. Durante su tiempo como Diputado Federal, Quintana ha navegado a la deriva, sin iniciativas destacadas ni logros concretos para Morelia. Es un candidato “opaco” que solo aparece en escena cuando necesita votos, lo que no ha pasado desapercibido para los ciudadanos que ya no confían en él.
Los recuerdos del 2018 aún están frescos. Quintana jugó un papel crucial en la derrota de Martínez contra Raúl Morón al atacar con ferocidad al entonces candidato independiente. Acusó a Martínez de ser el legislador que más ha endeudado al estado y al municipio, una afirmación que Martínez calificó como parte de una “guerra sucia”. No solo eso, Martínez Alcázar exhibió a Quintana con denuncias sobre el uso de empresas fantasmas y presiones a empresarios para financiar su campaña política, un escándalo que incluía facturas falsas y otras irregularidades.
Hoy, Carlos Quintana intenta borrar el pasado y convencer a los morelianos de su transformación. Sin embargo, los ciudadanos tienen memoria y no olvidan fácilmente. Las promesas vacías y los ataques infundados de años anteriores aún pesan, y el intento de Quintana de presentarse como un aliado confiable de Alfonso Martínez resulta, cuanto menos, risible.
La situación se agrava con el hecho de que Quintana obstaculizó iniciativas claves de Martínez, como la protección del agua de Morelia. Durante un debate ciudadano en 2018, quedó claro que Quintana se opuso a estas medidas, algo que los morelianos no han olvidado. Los videos de ese debate circulan por las redes sociales, recordándole a todos quién es realmente Carlos Quintana, quien hoy pretende ser Diputado Local por el Distrito 17.
En este panorama electoral, los morelianos se enfrentan a la tarea de discernir entre la autenticidad y la conveniencia. Mientras que Alfonso Martínez continúa construyendo sobre una base de trabajo y cercanía con la comunidad, Carlos Quintana parece no tener otra estrategia que colgarse de la reputación de los demás. Es un recordatorio de que, en política, la memoria colectiva y la credibilidad son cruciales, y no se ganan con atajos ni alianzas forzadas.
