Tony Michoacán
El escenario político en Morelia se desenvuelve como un juego de ajedrez, donde cada movimiento tiene implicaciones más allá de las fronteras de la ciudad. En el tapete del próximo 2 de junio, no solo está en juego la reelección de Alfonso Martínez como alcalde de Morelia, sino que se vislumbra un panorama mucho más amplio: La pugna por la gubernatura en 2026.
Y uno de los orquestadores de esta maniobra, el Dirigente del PRI en Michoacán, Memo Valencia, parece ser una pieza fundamental de una estrategia meticulosa para impedir a toda costa que Alfonso Martínez alcance alturas políticas mayores. Su juego de constantes ataques al alcalde, ha sido evidente desde que llegó a la dirigencia, intentando minar el terreno del actual alcalde con movimientos políticos premeditados.
Es un hecho innegable que Alfonso Martínez cuenta con un respaldo sólido en la ciudad, lo que sugiere que su reelección como alcalde es prácticamente un hecho consumado. Sin embargo, lo que está en tela de juicio es la plataforma política que le servirá como trampolín hacia la gubernatura en 2026. En ese sentido, la inclusión del logotipo del PRI se convierte en un elemento crucial, aunque algo forzado, en la ecuación.
La animadversión palpable de Memo Valencia hacia Martínez Alcázar, así como hacia otros miembros del PRI que no le brindaron su apoyo en el pasado, deja en claro que su actuar está cargado de resentimientos personales que nublan su juicio político. Desde su llegada al liderazgo del PRI en Michoacán, Valencia ha sido objeto de críticas debido a su falta de habilidad para construir consensos y su tendencia a marginar a quienes no comparten su visión política.
Es necesario recordar que el PRI no es un ente homogéneo, sino que está conformado por diversos liderazgos que han labrado su camino político con esfuerzo y cercanía a la gente. La desafortunada gestión de Valencia ha llevado a que muchos de estos líderes se distancien del partido, buscando hacer valer su peso político fuera de sus filas. Y es ahí que algunos se refugiaron en Morena y la inmensa mayoría con Alfonso Martínez.
El intento del Dirigente del PRI por someter al alcalde y colocar a sus cercanos en puestos clave del Gobierno Municipal ha sido evidente, aunque carente del respaldo necesario para ejecutarlo con éxito.
Este juego de poder ha dejado al descubierto las fisuras dentro del partido y ha fortalecido la posición de Martínez Alcázar, quien hoy cuenta con un apoyo considerable de inumerables liderazgos y operadores territoriales del PRI.
En este juego político, hay ganadores y perdedores claros…
- El gobernador y Morena, logra una victoria parcial al restarle el respaldo del PRI a la plataforma de Alfonso Martínez, aunque a costa de profundizar las divisiones dentro de los propios priistas.
- Otros que pieden son los diputados del PAN y del PRI se ven obligados a enfrentarse entre sí, dividiendo el terreno con Morena en la contienda por las diputaciones locales y muchos de los cuales serán arrasados.
- El PRI como partido en la capital, puede sufrir una revés monumental, a consecuencias de una estrategia política fallida.
Y a menos que se produzca un giro inesperado en los próximos días, el futuro del PRI en Morelia pende de un hilo.
En definitiva, el juego político en Morelia se ha vuelto cada vez más complejo y despiadado, con consecuencias que podrían repercutir en el panorama político estatal hasta prácticamente el año 2032.
El reloj sigue corriendo y el tiempo se agota, a pesar de las declaraciones de Memo valencia, que asegura que no hay vuelta atrás, sin embargo, el cierre del registro es hasta el próximo mes podría, y es posible que traiga consigo sorpresas inesperadas.
Una cosa es segura: en política, nada está escrito en piedra y todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Pro lo pronto esto parace ser el preludio de un golpe maestro de la 4T o simplemente otro capítulo en la interminable saga política de Michoacán.
Solo el tiempo lo dirá.
