- La reciente incorporación oficial de destacados ex priistas al proyecto de Morena en Michoacán ha generado un profundo revuelo en el panorama político local.
- Este movimiento no pasa desapercibido, ya que involucra a figuras de peso, acostumbradas al liderazgo y al ejercicio del poder en su trayectoria con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ayer en Morelia, durante el inicio de la campaña de Claudia Sheinbaum como nueva Coordinadora de la 4T y futura candidata presidencial de los partidos que integran esa coalición, dos temas acapararon la atención. En primer lugar, destacó la presencia de prominentes ex priistas que, en su momento, fueron pilares del PRI en Michoacán.
Entre ellos se encuentran el ex Senador Ascención “Chon” Orihuela Bárcenas, su hijo Eduardo Orihuela Estefan, el ex Diputado Federal, Alfredo Anaya Orozco y el ex Dirigente Estatal de la CNC, Jesús Luna Morales. A ellos se suman otras figuras ex priistas que ya estaban en la 4T, como el líder del Partido Verde en Michoacán, Ernesto Núñez.
Pero, lo que resulta relevante no es simplemente que sean ex priistas, sino el peso y la influencia que estos personajes han acumulado a lo largo de sus carreras políticas. Son líderes innatos, habituados a ejercer el liderazgo y a manejar el poder en su máxima expresión. Cada uno de ellos posee una visión política sólida y un proyecto político propio que, sin duda, querrán poner en marcha en su nueva afiliación a Morena.
Para quienes han facilitado esta incorporación de ex priistas a las filas de Morena, es crucial entender que su posición y liderazgo dentro de la 4T… ¡Ya está en riesgo desde este mismo momento! No se trata de simples “líderes de colonias” o figuras políticas de segundo nivel; estamos hablando de verdaderos tiburones políticos con décadas de experiencia y un conocimiento y habilidad innegable para influir en la toma de decisiones.
Y es muy probable que muy pronto veamos a estos recién llegados ocupando roles importantes en las estructuras de Morena (o hasta en la misma dirigencia estatal), en el gobierno Federal (si ganan en 2024), en las estructuras gubernamentales estatales, donde ya tienen una amplia presencia… ¡Y hasta en las candidaturas de Morena!
Es sin duda, el inicio formal del nuevo “PRIMOR” en Michoacán, un PRI-Morena que va a transformar el panorama político del estado. Y que también, plantea interrogantes sobre la cohesión y la dirección ideológica del partido en el futuro, ya que estos ex priistas aportarán una perspectiva diferente en un movimiento que, hasta ahora, se ha caracterizado por su inclinación progresista.
El impacto de esta alianza política solo se revelará con el tiempo, pero sin duda agrega un elemento intrigante a la dinámica electoral y política de Michoacán. Porque, los Morenistas que crean que los ex priistas llegan a sumarse al proyecto “obradorista”… Se han equivocado rotundamente.
Sobre advertencia, no hay engaño…. Guarden esta columna.
- Tony Michoacán