El juicio por el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido hace más de 34 años, será reabierto después de que los abogados de uno de los últimos sentenciados demostraron irregularidades en el proceso llevado a cabo.
El juez federal de Estados Unidos, John A. Kronstadt, reconoció que hubo afectaciones en el proceso contra el ex policía judicial de Guadalajara, Raúl López Álvarez, debido a la presentación de evidencias defectuosas aparentemente proporcionadas por Michael Malone, entonces jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio del FBI, acusado de inexacto y corrupto.
Malone se le señala de realizar análisis científicamente insostenibles en una casa de Guadalajara, donde Camarena fue asesinado, y de ofrecer testimonios exagerados. A pesar de la reapertura del caso, López Álvarez, condenado a cuatro sentencias consecutivas de 60 años, no podrá obtener la libertad bajo fianza, por lo que enfrentará el nuevo proceso en la cárcel.
La reapertura del juicio fue informada el 23 de marzo de acuerdo con documentos a los que Milenio tuvo acceso y deberá comenzar dentro de los 180 días posteriores a la publicación de la sentencia, es decir, en septiembre próximo. El juez Kronstadt detalló que, debido al paso de un tiempo significativo, el Gobierno necesitará tiempo adicional para ubicar testigos y pruebas.
