Al rededor de 40 migrantes murieron en un incendio en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, según indicaron este martes
Las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente y las cifras facilitadas son divergentes, ya que fuentes del gobierno local informaron de al menos diez fallecidos, mientras que voluntarios del rescate confirmaron la cifra de 37 muertos, así como muchos más heridos. Se espera que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, informe sobre el caso en su rueda de prensa matutina.
El incendio, aparentemente intencional, ocurrió en las instalaciones del INM ubicadas en el Puente Laredo Stanton de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde retornan a los migrantes de Estados Unidos. Las oficinas son una parada frecuente para los migrantes que intentan ingresar a territorio estadounidense. La noche del lunes 27 de marzo, el fuego inició en una de las áreas del instituto y aparentemente, dentro de esa área, se quedaron personas en movilidad atrapadas.
En la zona del siniestro, cerca del río Bravo que divide a México y Estados Unidos, Efe constató decenas de bolsas que contenían los cadáveres de los migrantes que perecieron en el incendio. Los cuerpos de las víctimas quedaron regados en el patio de las oficinas del INM. Las personas heridas fueron envueltas en cobijas térmicas en espera de ser trasladados al hospital de la ciudad.
Esta tragedia migrante es un recordatorio de la precariedad y vulnerabilidad que enfrentan las personas que buscan mejores condiciones de vida al dejar sus países de origen. El gobierno mexicano y la comunidad internacional deben tomar medidas inmediatas para proteger y apoyar a los migrantes y refugiados que pasan por México en su camino a un futuro mejor.
