Partidos de oposición defienden a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, luego de ser criticada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y recibir amenazas de muerte en redes sociales.
Marko Cortés, el dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), declaró en un comunicado que “hay que recordarle al presidente que esta es una República, no una monarquía, y que, aunque viva en un palacio, no es un rey. Esta es una democracia y hay tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial y tiene que respetarlos, cosa que no ha hecho”.
El presidente de la Cámara de Diputados y miembro del PAN, Santiago Creel, se solidarizó con Piña y exhortó al mandatario a respetar la relación entre poderes.
La controversia comenzó el miércoles cuando López Obrador manifestó que “apenas llegó la nueva presidenta (de la SCJN) y se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes”. Al día siguiente, una amenaza en redes sociales contra Norma Piña con una imagen de ella con la leyenda “el problema” acompañada de una bala con la frase “la solución” circuló.
La Asociación Nacional de Magistrados y Jueces pidió investigar la amenaza y consideró que es “consecuencia de un discurso de odio hacia las funciones que constitucionalmente le competen al Poder Judicial de la Federación”.
El PRI aseveró que las amenazas merecen condena y repudio público, añadiendo que “consideramos que este suceso atenta contra la integridad personal y acentúa la violencia generada por la polaridad que se ha generado entre la población y los discursos políticos que pretenden incidir en la independencia y labor que lleva a cabo la Corte”.
El presidente López Obrador, en su rueda de prensa diaria, afirmó que “Fíjense, sale un mensaje en las redes, que se la va a hacer daño a la ministra Piña y de inmediato sale toda la asociación de jueces, de magistrados, en contra de la amenaza y echándome la culpa, todos ellos me echan la culpa”. Asimismo, llegó a especular con la posibilidad de que los autores de la amenaza fueran los mismos jueces que piden investigarla, acusando a los “conservadores” de “tirar la piedra y esconder la mano”.