Morelia, Michoacán, 22 de diciembre del 2022.- Las tradiciones decembrinas en Michoacán poseen un toque de singularidad frente al resto del país, por la fusión de la cultura purépecha con la ibérica. A este hecho se suman elementos como la ancestral tradición artesanal y gastronómica del pueblo michoacano.
En diversos pueblos de la Meseta Purépecha sobrevive la tradición de colocar una estrella en lo alto de un poste y encenderla por la noche para señalar los lugares donde se están organizando las fiestas, posadas o pastorelas.
En cuanto a la elaboración de Nacimientos artesanales, diversas regiones del estado elaboran figuras de madera tallada, barro, cera, hoja de maíz, fibras textiles o vegetales y otros elementos.
Las de materiales textiles destacan en San Lorenzo Purenchécuaro, mientras que las de hoja de maíz y fibras vegetales, que surgen en las zonas lacustres de Pátzcuaro y Zirahuén.
En cuanto a la gastronomía de esta temporada, cabe señalar que la cocina es una de las dimensiones ligadas a la estructura social, tradicional y cultural de los pueblos.
Como ejemplo, es el caso de Aranza, municipio de Paracho, donde la cena de Navidad es parte del programa de actividades del día, en donde participa todo el pueblo bajo la coordinación de sus autoridades.
Ese día se lleva a cabo la Pastorela Tradicional, que por cierto cuenta con un montaje que la hace única respecto al resto del estado. Ahí participan familias de todo el pueblo. Al terminar, sigue la cena de Navidad, que cada año toca su preparación como encomienda a un determinado número de familias. Siempre se cena un plato de mole con tres piezas de carne. Claro, cada familia le dará su propio toque a la preparación, pero todo el pueblo cena lo mismo.
Por otra parte, en Michoacán tiene gran arraigo la preparación de ponches de frutas en donde destacan elementos como la caña, las guayabas y los tejocotes; elementos que se cultivan en el propio estado.
Para los “aguinaldos”, o regalos que se dan a los participantes de las tradicionales posadas, igual que en todo el territorio nacional, se distribuyen productos de la temporada, como cacahuates, naranjas, cañas y tejocotes, pero además un elemento regional infaltable en algunas de las comunidades purépechas es el “ponteduro”: granos de maíz morado tostado y confitado con piloncillo que se distribuye en calidad de golosina.
En otras regiones de la entidad, el pinole también forma parte de la gastronomía de la temporada, igual que los buñuelos y los “nacatamales” (una especie de tamales rectangulares y planos preparados con harina de maíz envuelta en hojas de plátano); las chapatas (tamales de chía o trigo) y los atoles de variados sabores.