José Alberto Nava notificó su decisión al Congreso de estado de Guerrero mediante un documento, donde detalla su renuncia irrevocable, “con la firme convicción de que ello es lo mejor para mi familia y mi pueblo”.
El perredista resultó herido durante la masacre, por lo que en la misiva también argumentó que su decisión es por su estado de salud, así como por “la dolorosa tragedia ocurrida y las condiciones que prevalecen en mi querido San Miguel Totolapan“.