He leído muchos comentarios a cerca del paupérrimo intento del PRI, por validar la permanencia de su actual dirigente nacional.
Y si usted, está pensando que quienes piden que se vaya, es por los audios que cada semana saca la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, permítame decirle que ¡eso es lo de menos!
Alejandro Moreno se debe de ir porque es el peor dirigente que ha tenido el PRI desde su fundación en 1929, porque bajo su administración, se ha derrumbado el otrora partidazo, constructor del México moderno y de instituciones.
Alejandro Moreno se debe de ir porque bajo si “liderazgo”, se han perdido TODAS LAS ELECCIONES en las que el PRI ha participado.
Alejandro Moreno se debe de ir porque de 11 estados que gobernaba el PRI, solo quedan el Estado de México y Coahuila, y lo peor es que las encuestas dicen que si fuera sin alianza, el PRI sería arrasado por morena.
Alejandro Moreno se debe de ir del PRI porque durante su administración, se aprovechó de la ignorancia de los consejeros, que fueron convocados en tiempos de pandemia, a un consejo nacional “virtual” (zoom), en el que no tenían ni voz, ni voto, y así, Moreno Cárdenas, modificó aún más los estatutos para ser él y solo él, quien tuviera el poder de decidir quiénes serían los candidatos a las gubernaturas, a las diputaciones, a las presidencias municipales, y hasta las regidurías.
Alejandro Moreno se debe de ir del PRI, porque prácticamente ARRANCÓ de tajo, el derecho de la militancia de cada estado y de cada municipio a elegir a sus candidatos a gobernador, alcaldes y regidores.
Alejandro Moreno se debe de ir de PRI porque, al igual que en 2021, ahora en 2023 y 2024, volverá a vender al mejor postor la ilusión y el trabajo de la militancia de cada uno de los estados, tal y como lo hizo en 2021 con los michoacanos.
Alejandro Moreno se debe de ir del PRI, porque USA como escudo al partido y el fuero constitucional de diputado, para evitar enfrentar las carpetas de investigación que existen en la Fiscalía de Campeche por enriquecimiento ilícito y corrupción.
No, señor “Alito” Moreno, los audios son lo de menos, porque si en uno de ellos se refiere a la militancia como “Pendejos”, realmente no hace falta el audio, con los hechos lo ha reafirmado claramente.
Muchos militantes de los que lo apoyan y le aplauden, quizá lo hagan con un poco de ignorancia o por su valiosa lealtad a su partido, ese partido que hoy se cae a pedazos, pero que aún tiene una pequeña esperanza de no desaparecer; solo si logran quitarse el pesado lastre de su dirigente, ese dirigente que se ha convertido es su propio verdugo.
Autor: Tony Michoacán