No solo son las derrotas electorales en todos los estados en los que el PRI que administra Alejandro Moreno ha tenido, es la imagen del líder corrupto, soberbio, altanero, capaz de ignorar la petición de más de una decena de expresidentes priistas y de miles de militantes más en todos los estados.
No solo es, porque traicionó a quien lo puso en ese puesto. Y no, no me refiero a “la militancia”, me refiero a los dos presidentes en ese entonces.
Alejandro Moreno fue avalado por el presidente Enrique Peña Nieto, con la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, (como lo reveló el columnista Raymundo Riva Palacio) quien fue llevado para pedir permiso por su entonces “compadre” Manuel Velasco. ¡Por eso es presidente!
Sin embargo, Alejandro Moreno, también traiciono a AMLO, quien ahora lo quiere eliminar del mapa político a toda costa. Y para ello, puso en funcionamiento a todo el aparato gubernamental de Campeche, incluida su gobernadora Layda Sansores, quien sin importar romper el estado de derecho, pública (hay que decirlo) ilegalmente 60 horas de grabaciones obtenidas de manera ilegal, por el Centro Nacional de Inteligencia, todo con el objetivo de destruir la imagen de Moreno Cárdenas.
Sin embargo, poco importa en este gobierno, que Moreno Cárdenas haya ido a Europa a denunciar al gobierno de la 4T ante la alta comisionada de Derechos Humanos, porque simplemente se desconocen los alcances de estos organismos.
Alejandro Moreno es un cadáver viviente, por si mismo, producto de las traiciones a todos y a todo.
Quién no se acuerda de la traición a los michoacanos en 2021, cuando todos los números indicaban que el PRI era el partido con mejores posibilidades de ganar la gubernatura y con el apoyo del PAN y el PRD, prácticamente se aseguraba el triunfo.
¿Qué hizo Moreno Cárdenas? Vender a los michoacanos como reses, al mejor postor, a un ex gobernador cegado, también por la miseria y la confrontación con AMLO, quien pensó que poner a su desgastado secretario de gobernación, haría que todos los números del PRI en Michoacán, se sumarían de inmediato a un desconocido de la militancia tricolor.
Alejandro Moreno traicionó a AMLO, porque él se había comprometido a apoyar la agenda legislativa de la 4T. Y con ello, “Alito” ya había traicionado al propio PRI y a la oposición.
También incumplió los acuerdos de la Reforma Energética por las gubernativas de Campeche e Hidalgo, porque AMLO se negó rotundamente. Y menciona el columnista Raymundo Rivapalacio que Alejandro Moreno, negociaba directamente con el ahora Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, varios acuerdos, pero ya no llegaron a ninguno.
Alejandro Moreno es un cadáver viviente, por la contraofensiva de Layda Sansores, quien hace el trabajo sucio, con la publicación de los audios que exhiben a Alito Moreno de pies a cabeza, un líder visceral, corrupto, arrabalero y sin clase, sin el abolengo priista, sin que le importe ninguna causa de los ciudadanos más, que la propia.
Ayer mismo, quedó expuesto como un líder que desprecia hasta sus mismos correligionarios, al llamarlos “pendejos”. Y lo peor es que, se escucha que lo dice frente al mismo Marko Cortés, líder nacional del PAN.
Me pregunto, ¿cuántos de esos “pendejos” a los que se refiere Alejandro Moreno, estarán el próximo domingo, aplaudiéndole?
Alejandro Moreno es un cadáver viviente, porque tiene dos frentes abiertos, uno es la investigación judicial en la Fiscalía de Campeche por enriquecimiento ilegal y que, sin duda, harán efectiva conforme avance el año.
El otro frente es la masiva renuncia de perfiles valiosos del PRI, que ya no aguantan y sencillamente están abandonando el barco donde trabajaron por décadas.
Finalmente, los opositores, deben cerrar filas, el PAN, lo que quede del PRD y Movimiento Ciudadano, quien de entrada, no debe aceptar formar parte de una alianza, que tiene una pierna gangrenada,
Va x México, debe deshacerse de Moreno Cárdenas.
El mismo PRI, debe deshacerse de “Alito”, antes de que los acabe de extinguir.
- Autor: Tony Michoacán
Con datos de la Columna: “Estrictamente personal” de Raymundo Riva Palacio.
