Ackerman, un titiritero que busca dividir a Morena en Michoacán a través de Ana Lilia Guillen.
Uno de los “ángeles” caídos de la 4T, que busca por todos los medios regresar al olimpo, de donde fue expulsado junto con su esposa, Irma Eréndira Sandoval, sin duda es John M. Ackerman.
Una pareja que al inicio del sexenio del presidente López Obrador, sin duda figuraban en la elite de la política de la 4T, sobre todo, Irma Eréndira, quien ocupara la titularidad de una de las más poderosas secretarias del gobierno federal, la Función Pública, el brazo ejecutor del presidente y encargada de crucificar, con o sin pruebas, a cualquier ex político conservador o neoliberal de las pasadas administraciones.
Sin embargo, algo ocurrió, el matrimonio metió la pata, se olvidó de la austeridad, la honestidad y del famoso, no robar, no mentir y no traicionar.
Fueron dos, los visibles pecados del matrimonio Ackerman – Sandoval que repercutieron en la expulsión del gobierno de la 4T:
1.- Sin duda para el presidente López Obrador, resultaba insostenible mantener a Irma Eréndira, a cargo de la Secretaría de la Función Pública, por presuntamente intervenir en las pasadas elecciones de Guerrero y ponerle piedras en el camino, ni más ni menos que a Félix Salgado Macedonio.
2.- Los inocultables actos de corrupción del matrimonio, al presuntamente ocultar el valor de sus propiedades, declarando que sus seis propiedades solo tenía un valor 9 millones, cuando en realidad tenían un valor de 60 millones. Además de que 6 casas, cinco, presuntamente las habrían comprado en solamente nueve años; algo imposible de comprobar para sus ingresos.
Pero… ¿Qué tiene que ver Ackerman con Michoacán?
Pues resulta, que un pequeño grupo disidente de Morena, encabezados por Ana Lilia Guillen, han caído en el engaño de que se pueden saltar los hilos políticos del dirigente nacional, Mario Delgado, y hasta del propio primer morenista y gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla.
Ackerman, de alguna manera, ha convencido a este reducido grupo, de que pueden asumir la dirigencia de su propio partido, partiendo de la simulación de un consejo político (caduco) y en el caso de Ana Lilia, autoproponerse y autonombrarse “nueva” dirigente estatal.
No conforme con ello, el pasado domingo emprendieron, una “campaña de afiliación”, sin el sustento de una Convocatoria avalada por el Comité Nacional y sobre todo, algo muy grave, sin el debido soporte del manejo de datos personales, que están protegidos por la Ley Federal de Protección de Datos Personales, y que personas de buena fe, entregan al grupo de Ana Lilia, su información, creyendo que es una afiliación real. Lo que podría repercutir en algún momento en un delito federal, independientemente del conflicto político en Morena.
Ackerman vs Mario Delgado.
Para nadie es un secreto, la batalla feroz que tienen estos dos sujetos por el poder del partido del presidente López Obrador.
Tan solo en la pasada elección de la Reforma Eléctrica, Ackerman se refirió a Mario Delgado, como un “líder gris, ilegítimo y neoliberal” y de “fallarle” a López Obrador. Además, lo responsabilizó de que Morena perdiera “más de 50 curules en las elecciones de 2021”.
Ante ello, es claro el objetivo de Ackerman en Michoacán; dividir, minar, desarticular a Morena, para recoger lo que sobre, aunque tenga que pasar sobre Mario Delgado y del mismo Gobernador Bedolla, de quien sabemos que apoyan a la actual Delegada Nacional y Presidenta Estatal de Morena, Giulianna Bugarini Torres.
Que es lo que viene…
Ante la negativa del Comité Nacional de avalar el auto-nombramiento de Ana Lilia Guillen, y el desconocimiento, la campaña de afiliación emprendida por la ahora presidenta “legítima”.
Sus cañones apunta contra los consejeros que no han seguido. A estos consejeros los acusa de traidores y los amenaza con la expulsión del Consejo Político Estatal, sin importarle que dentro de esos consejeros se encuentren nombres como el de Alfredo Ramírez Bedolla, Roberto Pantoja y Emma Rivera Camacho, entre otros tantos.
La Pregunta es…
¿Estarán consientes Ana Lilia Guillen y su grupo, que tienen todo que perder en Michoacán y están siendo usados como títeres, en una pelea perdida de una pareja políticamente moribunda como John Ackerman e Irma Eréndira Sandoval?