- La agonía del PRI inició en la pasada elección del 6 de junio, fue el que más perdió en Michoacán como a nivel nacional.
- El PRI se encuentra entre la espada y la pared, con un dirigente acorralado por sus antecedentes de corrupción, que no dudaría en sacrificar los casi 100 años de existencia de su partido por salvar su pellejo.
A nivel nacional no ganó ninguna de las 15 gubernaturas que estuvieron en juego; vamos, ni siquiera estuvo cerca de ser competitivo; y las curules que tiene hoy en la Cámara de Diputados Federal, se lograron en gran medida por aliarse con el PAN, porque el PRD, resultó otro fracaso electoral.
Ahora, justo cuando está la discusión de la reforma eléctrica del presidente López Obrador, el PRI asume otra postura contraria a la Alianza Va X México.
Mientras decide si va o no con la reforma, sigue perdiendo los pocos militantes y simpatizantes que le quedan; muchos mexicanos solo ven con desconfianza los discursos y las acciones del dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas y el jefe de la bancada priista en San Lázaro, Rubén Moreira.
“Vamos a consultarlos para poder aprobar o no la reforma de AMLO“, ha sido un error mayúsculo del PRI; lo que ha desatado casi de forma instantánea un rechazo generalizado de los ciudadanos, particularmente de los que aún votaron por ese partido el pasado 6 de junio.
En poco tiempo, justo cuando Alito anuncie si van la reforma de AMLO para regresar a la CFE a los años 40, el PRI habrá sentenciado su desaparición como partido político.
Y les diremos porque… El PRI por si solo ya no es competitivo.
En 2022 habrá 6 elecciones para gobernador, Quintana Roo, Hidalgo, Durango, Oaxaca, Aguascalientes y Tamaulipas.
Hidalgo y Oaxaca; según las encuestas, ganarle al PRI esos estados, será como quitarle el dulce a un niño para Morena, pero sobre todo por el sometimiento y sumisión de los gobernadores Omar Fayad y Alejandro Murat al presidente López Obrador.
Después en 2023 vendrá la madre de todas las elecciones, que será la del Estado de México, que junto con Coahuila serán los últimos bastiones del priismo en todo el país y seguramente los perderán si insiste en apoyar a AMLO.
Recordemos que hoy, el PRI gobierna cuatro entidades y en 2023 se quedará con las manos vacías.
De ese tamaño será el fracaso del otrora poderoso PRI que gobernó el país por cerca de ocho décadas.
En 2024 el PRI tendrá solo desechos, sobras, y los pocos priistas que haya, serán vistos como “los apestados”, que no representan ningún beneficio o ventaja electoral para el PAN y Movimiento Ciudadano, quienes se habrían erguido como los líderes opositores.
Aunque aun hay esperanza, dentro del mismo PRI no todo está perdido, muchos diputados y senadores “rebeldes” ya le hicieron frente a su propio dirigente y han tomado la decisión de hacer público su voto en contra de la contrarreforma; aunque no se sabe si les alcanzará para salvar a su partido.
Se sabe entre políticos que el Presidente López Obrador, tiene un gran expediente de la Auditoría Superior, contra Alejandro Moreno, a su paso como Gobernador de Campeche y es evidente que el presidente usará a la FGR, el SAT, Inteligencia Financiera y hasta el Cisen; todo lo que esté en sus manos para alcanzar la aprobación de su reforma.
No hay de otra, el presidente SI o SI, necesita los votos del PRI, aunque a su paso dicte la sentencia de muerte al Partido Revolucionario Institucional; solo falta doblar un poco más a Alito y todo se habrá consumado.
#ElColmo | En Michoacán el PAN acusó al PRI de Traidores y determinó unilateralmente romper la alianza “Equipo Legislativo por Michoacán“. ¿Porqué? Pues porque argumentan que el PRI se unió a Morena (PRIMOR) para repartirse las comisiones en el Congreso del Estado.