El presidente de Morena, Mario Delgado, prepara ya una inminente reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido para analizar los resultados de los comicios del 6 de junio. Los mexicanos les dieron más poder territorial, convirtiéndose en el principal partido del mapa. Pero a la vez, acotaron su margen de acción en el Congreso, con una caída de escaños que deja en manos de sus socios la mayoría simple. Pese a las titubeantes declaraciones del Partido Verde tras las elecciones, Delgado confía en su principal aliado en la Cámara. Y vuelve a tender la mano al PRI para alcanzar la mayoría que abre las puertas a las reformas constitucionales, el caballo de batalla del presidente, Andrés Manuel López Obrador, de cara a la segunda parte del sexenio.
Sobre el punto más negro de los resultados, la derrota en más de la mitad de las delegaciones de Ciudad de México, el presidente de Morena se impone como objetivo “desmontar el argumento de que la Cuarta Transformación está en contra de la clase media”. Aunque achaca el revés electoral a “la campaña sucia de la derecha”, en línea con los duros ataques del presidente a un sector del electorado clave en su arrolladora victoria de 2018. La entrevista se lleva a cabo en unas oficinas alquiladas en una colonia céntrica de la capital porque, desde enero, la sede del partido está tomada por una parte de la militancia crítica con la actual presidencia de Morena. Delgado llegó al poder el año pasado tras una tumultuosa e interminable elección interna que evidenció las grietas entre la distintas facciones. El presidente de Morena no descarta que vuelvan “los cuchillos largos”.
Pregunta. Las elecciones les otorgaron una victoria agridulce. ¿En qué ha fallado el partido?
Respuesta. No creo que haya sido una victoria agridulce, sino contundente. Se ganaron 11 de 15 gobernaturas. Vencimos en 12 de 29 capitales y logramos mayoría en 19 congresos locales. Además refrendamos la mayoría, con menos escaños, pero mayoría. Vamos a poder calificar todas las leyes y controlar el presupuesto. Y al igual que la legislatura que termina, para las reformas constitucionales tendremos que buscar acuerdos con otras fuerzas políticas. El caso de la Ciudad de México es sin duda es el más importante que tenemos que revisar. Hay que entender muy bien el mensaje de la ciudadanía. Esta ciudad es de izquierda, tiene vocación histórica de izquierda. Y debemos tener un diagnóstico muy claro de qué fue lo que sucedió para actuar en consecuencia y recuperar de inmediato lo perdido.
P. El senador Ricardo Monreal ha dicho que deben reconstruir la relación con los electores: con la clase media, los empresarios, los científicos. ¿Cómo se conjuga esa autocrítica con las duras declaraciones de López Obrador sobre la clase media, a la que llamó egoísta y aspiracionista?
R. Tenemos que desmontar el argumento de la derecha de que la Cuarta Transformación está en contra de la clase media. Los principales beneficiarios de que no haya gasolinazos, aumento de impuestos, un país endeudado, de que se combata la corrupción y la impunidad es la clase media.
P. Entonces, ¿cómo se interpretan esas declaraciones tan explícitas de López Obrador?
R. Lo que ha dicho el presidente es que hay una clase media que se ha creído la campaña sucia de la derecha. Pero hay también otro sector de la población mucho más crítico que no comparte esta visión de la derecha. Una clase media más progresista.
P. La aplastante victoria de 2018 fue posible en gran medida por el respaldo amplio de la clase media. ¿No es un riesgo enfrentarse así con parte del electorado?
R. Nosotros tenemos claro que la fuerza de nuestro movimiento es el pueblo organizado. Son las clases más necesitadas y hay una política muy clara hacia ellos. Una inversión social histórica con los programas del bienestar. La base de nuestro movimiento, y así se dijo en la campaña, es primero los pobres. Porque la única manera de que nos vaya bien como país, y que le vaya bien a la clase media, es que le vaya bien a quien más lo necesita.
P. Hay sectores de esa clase media que entienden que la Cuarta Transformación ha dejado de lado banderas progresistas como el feminismo o el medio ambiente.
R. Es más discurso que realidad. Es parte de la campaña de los conservadores para tratar de desprestigiar al movimiento. En el tema del feminismo vamos a tener cinco gobernadoras nuevas. Ningún partido como Morena le abre tantos espacios políticos a las mujeres. Y no solo porque sea una obligación legal que nosotros promovimos, sino porque es una convicción que cuanto mayor número de mujeres participen en política, mejor para nuestro país.
P. Los datos en la Ciudad de México muestran una caída del voto de las mujeres, los jóvenes y la clase media.
R. La primera responsabilidad que tenemos como partido es tener un diagnóstico muy claro y profundo de lo que pasó. Pero, sin duda, comparto lo que dice el presidente de que aquí es como una caja de resonancia. Es dónde más fuerte se sienten las campañas en nuestra contra por parte de los conservadores, en los medios y demás.
P. Su principal socio en la Cámara, el Partido Verde, está jugando a no posicionarse después de las elecciones. Con su historial marcado por el oportunismo, ¿Prevén problemas para pactar con ellos?
R. Nuestro acuerdo con el Verde no es solo una alianza electoral. Es un pacto legislativo que empezamos en septiembre de 2018. Esta alianza nos ha permitido tener uno de los periodos legislativos más fructíferos del pais. Esta nueva alianza electoral tiene el objetivo de volver tener la mayoría e impulsar los proyectos de la Cuarta Transformación
P. Hay cuadros del Verde que se han mostrado ambiguos.
R. Siempre habrá oportunistas pero nuestra alianza con el Verde y sus dirigencias es muy sólida.
P. ¿Va a buscar la bancada de Morena alianzas con el PRI para llevar a cabo reformas constitucionales?
R. Vamos a buscar alianzas con los partidos que estén en favor de impulsar reformas en favor del pueblo de México, como hicimos en la legislatura que termina. Es parte del trabajo legislativo. No debería sorprender a nadie. Para hacer reformas constitucionales necesitas aliados todo el tiempo.
P. ¿No es un poco contradictorio pactar con el PRI?
R. Depende. Si pactas una reforma a favor del pueblo de México no hay ninguna contradicción.
P. ¿Una de esas reformas a favor del pueblo puede ser la reforma energética?
R. La reforma del sector eléctrico que ha anunciado el presidente busca fortalecer la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Se cometieron muchos abusos en la anterior reforma energética.
P. ¿El PRI va a votar en contra de algo que fue su proyecto estrella hace solo ocho años?
R. Le recuerdo la reforma educativa. Terminaron votando con nosotros a pesar de que ellos habían impulsado la reforma de Enrique Peña Nieto. Pero finalmente se vio que era una mejor propuesta la que teníamos nosotros.
P. En esas negociaciones, ¿va a haber contraprestaciones al PRI?
R. Solamente las que sean públicas. Toda negociación debe ser pública. No debe haber ninguna negociación que implique algo que no pueda saber el pueblo de México.
P. El presidente ha anunciado también que otro de sus objetivos de cara a la segunda parte del sexenio es una reforma electoral. ¿Sus planes son que el INE pase a formar parte del Ejecutivo?
R. El INE tiene que ponerse a la altura del deseo del pueblo de México de vivir en una auténtica democracia. Debemos adecuar las instituciones electorales para que no tengan ninguna atadura con el antiguo régimen, ningún interés con los partidos que pusieron a estos consejeros. Porque terminan sirviendo a esos intereses. Tiene que haber una institución electoral cuyo único objetivo sea profundizar en la vida democrática de nuestro país.
P. ¿Y eso pasa por integrar al INE en el Ejecutivo?
R. Es una posibilidad. Habrá que discutirlo. Pero el objetivo es que el árbitro electoral sea absolutamente imparcial y transparente. Y que esté en coincidencia con la nueva realidad de nuestro país. No puede haber privilegios y sueldos millonarios como los que actualmente tiene el INE.
P. ¿Una integración en el Ejecutivo no iría en contra de la independencia de ese juez electoral?
R. No. En el periodo neoliberal, el supuesto fundamental es que el Estado era por naturaleza corrupto. Y deberías hacerlo pequeño como un ente regulador que prácticamente no participara en nada. Porque todo lo que tocaba lo corrompía. Por eso necesitabas hacer organismo autónomos supuestamente incorruptibles. Pero resulta que también han sido coptados por intereses electorales. Entonces, ahora el erradicar la corrupción te permite conceptualizar las instituciones de nuevo como un Estado que está a favor del interés general.
P. ¿Cómo está el partido de cara a la reunión del CEN? Ricardo Monreal ha deslizado que existe el riesgo de que vuelvan “los cuchillos largos”.
R. Los más de dos años y medio que Morena estuvo inmersa en aquel conflicto interno llegaron a poner en riesgo la continuidad de la transformación. Sería un grave error revivirlo, independientemente de que el partido debe estar sujeto a revisión de cuentas, a una autocrítica, a mejorar todos sus procesos y fortalecer su vida institucional.
P. Entonces, sí existe ese riesgo de confrontación fuerte
R. Habrá quien quiera revivir el conflicto interno pero claramente le estará haciendo un favor a los conservadores. A nuestros adversarios.
P. Cuando ganó el año pasado prometió que iba a movilizar a la militancia. Hoy parte de esa militancia le acusa de dejarla a un lado para hacer acuerdos por arriba. Especialmente en cuanto a la selección de candidatos en Estados como Nuevo León y San Luis Potosí, en ambos casos, antiguos priistas.
R. Me remito a los resultados que hemos tenido. Este es un partido movimiento, siempre estará abierto a nuevos liderazgos que se comprometan con la transformación. Se hicieron las encuestas respetando nuestros estatutos, que consideran la participación de hasta un 50% de externos en las candidaturas. Tuvimos nada más dos candidaturas externas dentro de estas 15. En dos Estados donde no teníamos liderazgos muy fuertes.
P. Los resultados de los dos candidatos fueron muy malos. ¿Por qué?
R. Teníamos condiciones muy adversas en esos dos Estados.
P. ¿ Siente cuestionado su liderazgo en el partido?
R. Con 11 legislaturas, 12 con los aliados, mayoría en la Cámara y en 19 congresos locales, estoy tranquilo.
P. ¿Volveremos a ver un Morena fracturado?
R. Esperemos que no. Quien decida enfocarse en la confrontación interna lo estará haciendo el juego a la derecha.
P. Cuando ganó las elecciones internas fue señalado como el candidato de Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. ¿Prevé que las grietas se puedan agrandar de cara a 2024?
R. Habrá tensiones normales de la disputa política. Nosotros vamos a conducir ese proceso apegados a los principios y cuidando siempre el proyecto de la transformación por encima del internes personal.
P. ¿Cree que el accidente del metro va a afectar a las aspiraciones Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard? El presidente ya ha deslizado más nombres de cara a la futura pugna.
R. Yo creo que lo que iba a afectar ya afectó en la elección y nos queda mirar para adelante.
Entrevista publicada en el medio “El País México”. por David Marcial Pérez / México – 16 JUN 2021 – https://elpais.com/mexico/2021-06-17/mario-delgado-no-hay-ninguna-contradiccion-en-que-morena-pacte-con-el-pri.html