Las elecciones del 6 de junio podrían poner al PRI en las peores condiciones de su historia, al menos en cuanto a gobiernos estatales. Existe un escenario en el que solo gobernaría cuatro estados a finales de este año: Coahuila, Hidalgo, Estado de México y Oaxaca.
En 1946, cuando el Partido de la Revolución Mexicana cambió de nombre a Partido Revolucionario Institucional, gobernaba todos los estados de la República. Eso permaneció por 43 años, hasta que en 1989 el PAN ganó la gubernatura de Baja California con Ernesto Ruffo.
Mientras generaciones enteras vieron que el PRI gobernaba todos y cada uno de los estados del país, si este 6 de junio pierde las ocho gubernaturas aún priistas que están en juego, podríamos presenciar que solo gobierne el 12.5% del territorio nacional. ¿Es una señal de su fin?
Las posibilidades del PRI en 2021
Como bien sabes, están en juego 15 gubernaturas en estas elecciones. En una gobierna Morena, Baja California, donde las encuestas marcan que la morenista María del Pilar Ávila retendría esa entidad para el partido oficial.
En cuatro de estos estados gobierna el PAN, y las tendencias marcan que repetirá en tres: Baja California Sur, Chihuahua y Querétaro. Mientras que Nayarit pinta para ser un nuevo territorio morenista, aún cuando la panista Gloria Núñez de Va por México ha cerrado la contienda.
Ocho estados en disputa son gobernados por el PRI. En Colima, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas, las tendencias marcan a Morena como favorito, aunque hay que decir que los segundos lugares en las encuestas son priistas.
En Guerrero bajó la preferencia electoral de Morena pero el PRI aún está en segundo lugar. En Campeche el priista Christian Castro Bello encabeza las tendencias con la alianza Va por México, aunque por muy poco margen. En San Luis Potosí la competencia está muy cerrada entre Ricardo Gallardo del Verde y el panista Octavio Pedroza de Va por México.
También está en juego la gubernatura del PRD en Michoacán, donde Morena va a la cabeza, seguido muy de cerca por el perredista Carlos Herrera Tello de la alianza Va por México.
Nuevo León, donde actualmente gobierna Jaime Rodríguez sin partido, también vive un escenario cerrado. Aunque Samuel García de Movimiento Ciudadano parece estar arriba, el priista Adrián de la Garza sigue en la contienda.
Esto quiere decir que el PRI, sigue compitiendo en Colima, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas, Guerrero, Campeche y Nuevo León. En estos tres últimos con posibilidades más amplias de ganar.
En el mejor de sus escenarios, ganaría estas ocho gubernaturas. En un escenario más realista pero optimista para ellos, ganaría tres estados y, con los otros cuatro en donde ya gobierna, finalizaría el año mandando en siete estados. Esta ya de por sí sería la peor cifra de su historia.
Sin embargo, hay un escenario más pesimista para el PRI en el que solo ganaría en Campeche, con lo cual mantendría el poder en solo cinco entidades. Y el peor de todos sus escenarios es que también pierda en ese estado y solo conserve cuatro: Coahuila, Estado de México, Hidalgo y Oaxaca.
El final del PRI
Después de que el panista Ernesto Ruffo ganó las elecciones de Baja California en 1989, poco a poco el PRI comenzó a perder el poder en algunos estados a manos del PAN. Perdió Guanajuato en 1991, Chihuahua en 1992 y Jalisco en 1995.
En 1997 el PRD entró en la ecuación cuando ganó la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, con el ex priista Cuauhtémoc Cárdenas. Este partido comenzó a ganar otros territorios con ex priistas, como Zacatecas en 1998 con Ricardo Monreal.
De acuerdo con Jorge Márquez, doctor en Ciencia Política por la UNAM, cuando el panista Vicente Fox ganó las elecciones presidenciales en el año 2000, se decía que eso marcaría el fin del PRI.
Lo mismo se dijo en 2006, cuando la disputa por la presidencia estuvo entre Felipe Calderón del PAN y Andrés Manuel López Obrador del PRD, mientras que Roberto Madrazo del PRI pasó a un tercer lugar.
“Ya llevaba dos veces muerto y en 2012 gana la presidencia. No es fácil, el PRI es el partido que tiene más experiencia y quizá es todavía el que tiene más estructura. Renueva sus comités locales, tiene al pie del cañón a su militancia. Tiene historia organizacional”, dijo el politólogo Jorge Márquez.
Y agregó que en esos sexenios panistas el PRI perdió gubernaturas, pero también recuperó algunas, aunque nunca estuvo en los niveles que podría tocar después de las elecciones del 6 de junio, lo cual lo hará asumir un nuevo papel en la política mexicana.
El nuevo papel del tricolor
Para Jorge Márquez, el PRI seguirá vivo porque tiene experiencia organizacional –aún cuando mucho de estos conocimientos se van junto con sus cuadros a otros partidos– y porque podría recuperar a un sector de su electorado.
Por otro lado, Márquez opina que aunque pierda gubernaturas, ese partido podría obtener más porcentaje de votación que en 2018, lo cual se traduce en más presupuesto y podría reflejarse en más diputados, ya que de 48 espacios que ganó en 2018 ahora podría conseguir 82.
“El PRI es más moderado porque así es su votante, es un votante institucional, no es de derecha ni de izquierda sino del centro”, dijo el experto.
Y agregó que el PRI no puede volver al pasado y tiene que jugar un nuevo papel, “sobrevivirá en algunas regiones por sí mismo y en el escenario nacional seguirá aliándose para competir contra la avalancha que es López Obrador”.
“El PRI ya no aspira a llegar a 2024 solo, tendrá que ser un aliado. Las circunstancias cambiaron. Junto con el PAN de la derecha y el PRD de la izquierda, el PRI va a ser desde el centro el defensor del sistema democrático pluralista que existía, el Estado de Derecho y el liberalismo. Entonces eso lo va a hacer un baluarte” para un sector del electorado.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que ya se acabaron los días del PRI o será capaz de volver a convencer a un sector del electorado de que ya no son como antes?
Autor: ANDREI VÁSQUEZ / Mayo 17, 2021 / Cuestione