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    InicioEducaciónAbandono escolar en México por COVID-19 se incrementó a 5.2 millones.

    Abandono escolar en México por COVID-19 se incrementó a 5.2 millones.

    Del total de los abandonos escolares, al menos 2.3 millones no se inscribieron por motivos asociados a COVID-19 y 2.9 millones por falta de dinero o recursos.

    Por cada 10 estudiantes que estaban en la escuela cuando llegó la pandemia de COVID-19, 1 no se inscribió en el ciclo escolar 2020-2021 por motivos asociados directamente a la situaciones sanitarias o falta de recursos.

    Del total de 5.2 millones de estudiantes que dejaron las aulas, un 26.6% lo hizo pues sus familias consideran que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje; un 25.3% lo hizo debido a que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo y un 21.9% reportó no inscribirse por carecer de computadora o algún otro dispositivo eléctronico o contar con conexión a internet.

    Según los datos de la Encuesta para la medición del impacto COVID-19 en la educación (ECOVID-ED), del INEGI, se destaca que de las 33.6 millones de personas entre 3 y 29 años inscritas en el ciclo escolar pasado, 5.2 millones no se inscribieron en el actual y 738,400 no lo concluyeron, de los cuales el 58.9% fue por algún motivo relacionado con la epidemia, 8.9% por falta de recursos y 6.7% por tener que trabajar.

    De los que no terminaron el curso, los motivos específicos asociados a COVID-19 por los que no concluyeron fueron:

    28.8% Perdió el contacto con maestras/maestros o no pudo hacer tareas.

    22.4% Alguien de la vivienda se quedó sin trabajo o redujeron sus ingresos.

    20.2% La escuela cerró definitivamente.

    17.7% Carecía de computadora, otros dispositivo o conexión a internet.

    El ejercicio del INEGI sobre los efectos de la pandemia en la educación se realizó a través de encuestas telefónicas a personas de más de 18 años.

    David Calderón, director de Mexicanos Primero, comentó que esto le da un “sesgo”, pues quedan poco representados los de menos recursos y comunidades indígenas y la situación puede ser aún más grave.

    “La encuesta del INEGI es una consulta muy sólida, pero es aleatoria, un sondeo, mientras que los datos con registro con nombre y lugar de quién no está acudiendo a la escuela los tiene la SEP”, comentó al recordar que desde la Secretaría de Educación Pública no se han dado a conocer los datos ni de abandono escolar como de rezago educativo.

    INEGI nos ayuda a confirmar que debemos estar alarmados, los datos de la SEP nos pueden decir cómo y con quiénes ya actuar para revertir lo que sea posible de estos daños. David Calderón.

     David Calderón, director de Mexicanos Primero

    El ejercicio del INEGI se publica a un año de que iniciaron las clases a distancia por la pandemia de COVID-19, en un contexto en el que la SEP está preparando el regreso a clases presencial.

    Los motivos para dejar la escuela

    Si bien solo 2.3 millones reportó que dejó la escuela por motivos de COVID-19, el INEGI expuso que las respuestas “por falta de dinero o recursos” o “porque tenía que trabajar”, pueden haber intensificado por los efectos de la crisis provocada por la pandemia, aunque directamente no se haya asociado al fenómeno de COVID-19. Por todas estas causas, la cifra subiría a 8.4 millones de personas de 3 a 29 años.

    De los 1.8 millones que manifestaron que no se inscribieron por falta de recursos, 1.5 millones provenía de escuelas públicas y 243,000 de escuelas privadas, aunque no se dio una “migración educativa”, pues de la población inscrita en el ciclo escolar pasado y en el actual, 302,000 cambiaron de escuela privada a pública (1.0%) y 285,000 (0.9%) cambiaron de escuela pública a escuela privada.

    Mientras que en los niños de 3 años, la razón principal por la que no se inscribió fue por COVID-19 (13.9%), en el caso de los jóvenes de 19 a 24 años esto se debió a falta de recursos (12.5%) o porque tenían que trabajar (13.1%).

    A partir de los 13 años se reportaron estudiantes que tuvieron que dejar los estudios para trabajar o por falta de recursos, siendo el grupo de 25 a 29 años, quienes más optaron la primera opción con el 20%, que significa 1.8 millones.

    De los más de 7.2 millones de jóvenes de 16 a 29 años que dejaron la escuela por COVID-19, falta de recursos o porque tenían que trabajar, otros 10.7 millones manifestaron razones del abandono como que consideró que logró su meta educativa, se casó o unió, entre otras.

    Mientras que en el caso de los 1.2 millones niñas y niños de 3 años que no se inscribieron y manifestaron otras razones, se destacó el hecho de que recién cumplió los tres años o que está aún pequeño para asistir.

    Las clases a distancia son poco funcionales

    De la población que dejó la escuela, el 26.6% consideró que las clases a distancia son poco funcionales, en tanto que 19.3% porque la escuela cerró definitivamente y 4.4% porque el padre, madre o tutor no puede estar al pendiente de él o ella.

    De acuerdo con Calderón, esto reflejó que “las familias valoraron el contacto con el maestro y la maestra más que la programación televisiva”. Detalló que los datos muestran que solo 7% de los niños en primaria no contó con apoyo de un adulto, mientras en secundaria fue 48%.

    “La mitad de las personas en secundaria no contó con el apoyo de un adulto, es cierto que son adolescentes y les corresponde mucha responsabilidad, pero cae mucho el apoyo de los adultos entre primaria y secundaria”, aseguró.

    Aunque reconoció que según los datos, la mitad de los encuestados se usaron de 3 a 5 horas para estar en aprendizaje a distancia.

    “Llama la atención la dedicación, porque hay agotamiento, pero no hay desdén por el esfuerzo de aprender a distancia”, dijo.

    Respecto al tiempo que dedica la población de 3 a 29 años inscrita en el ciclo escolar 2020-2021 a clases y demás actividades escolares por día, la ECOVID-ED expuso que casi la mitad (un 48.3%) le dedica entre 3 a 5 horas a estas actividades, seguido de 23.5% que le dedica menos de tres horas.

    El porcentaje más bajo correspondió a 11.8% que dijo dedicarle 8 horas o más a estas actividades, seguido del grupo que le dedica entre 6 y 7 horas con 16.3 por ciento. Por lo que de cada 10 personas en este grupo de edad inscritas en el ciclo 2020-2021, siete se dedican hasta cinco horas al día, mientras que solamente tres le dedican seis horas o más.

    Con información de: Ariadna Ortega @Ariadna_Orte / Expansión

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